El templo desplegaba una liturgia esplendorosa, sostenida por el impuesto religioso anual, el dinero de los sacrificios y los donativos voluntarios de los fieles. Ya los profetas habían denunciado el culto hipócrita que encubría la injusticia (Is 1,10-17
- ISAÍAS. CAPÍTULO 1.; Jr 7,1-11 JEREMÍAS. CAPÍTULO 7.); Jesús va más allá al denunciar el culto mismo como una explotación del pueblo (Jn 2,16 nuevo santuario., Sustitución del templo. Jesús Jn 2,13-22; Mc 11,17 12-25., Evangelio de Marcos. VII. EN EL TEMPLO. DENUNCIA Y CONTROVERSIA. Maldición de la higuera. 11 y paralelos). Nunca aparece en el evangelio participando en las ceremonias del templo; va allí, con ocasión de las grandes fiestas, para enseñar a las multitudes que acudían de toda Palestina y del extranjero.
El Evangelio de Juan subraya el contraste entre las fiestas oficiales y la miseria del pueblo (5,1-4 El pueblo enfermo y el inválido que camina.Jn 5,1-9a.) y el sarcasmo que suponía celebrar la Pascua, fiesta de la liberación, para un pueblo oprimido y explotado (6,4-6 Segunda Seccíón: La Segunda Pascua. El pan del Éxodo.Jn 6,1-21). Por eso, en este evangelio las fiestas ya no son <<del Señor>>, sino <<de los judíos>>, es decir, de la clase dominante y de sus adictos (2,13; 6,4; 7,2 Jesús rechaza la propuesta de los suyos.Jn 7,1-8,11; 11,55 La sentencia de muerte contra Jesús.Jn 11,47-53.). Esto explica que el propósito de Jesús sea sacar a la gente de la institución religiosa, representada por el templo (Jn 2,14; 10,1-5 La explotación del pueblo y la alternativa de Jesús.Jn 9,39.10.21.; Mc 3,27 Sustitución de los mediadores. El Esposo/Hijo.Jn 3,22-4,3 par.).
El culto tradicional humillaba al hombre, porque acentuaba de tal modo la distancia entre Dios y su criatura, que ésta necesariamente se sentía pequeña e indigna ante Dios; además, desde hacía mucho tiempo se había convertido en un culto alienante, porque separaba el amor a Dios del amor al hombre (Mt 5,23s 21-26., Evangelio de Mateo. Corrige la Ley y su interpretación. 5 ; 12,7 9-14., Evangelio de Mateo. El hombre del brazo atrofiado. 12); centraba a los fieles en Dios, sin comprometerlos en un esfuerzo por la justicia.
Jesús cambia el concepto de culto. Si dar culto a Dios significa honrarlo, lo que honra a Dios no es la sumisión del hombre, sino la semejanza del hombre con él, como la de hijo a Padre. Como Dios es fuerza de amor (Jn 4,24Samaría: Sustitución del culto. El Espíritu.Jn 4,4-44: <<Dios es Espíritu>>), esta semejanza se va consiguiendo por la práctica del amor a los demás, es decir, por la entrega para procurar el bien de la humanidad. Este culto no disminuye ni aliena al hombre; al contrario, lo eleva y lo desarrolla. Su ejercicio no necesita espacios sagrados (templos, Jn 4,21) ni requiere tiempos particulares; su ámbito es el mundo, y se realiza sin interrupción. El culto es la vida misma animada por el amor (Jn 4,23).
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